Carolina Kleinman, proveniente de un linaje familiar de textiles y diseño que comenzó en Bolivia y luego en Argentina, utilizó su amplio conocimiento en la industria combinado con su experiencia en música para inspirar y establecer su propia marca homónima en 2005. Después de viajar por el mundo con su esposo. e hijos, Carolina y su familia se radicaron en el pueblo mágico de Tepoztlán, México donde comenzó a trabajar con cooperativas de artesanos. Continúa viajando a La Paz, Bolivia, Cusco, Perú durante las etapas de desarrollo de su marca, donde combinó el trabajo tradicional de estas diferentes culturas para crear los ingredientes diferenciadores de sus diseños emergentes. El deseo de Carolina de preservar la historia y la cultura de estas comunidades es una parte vital de su ADN y su filosofía.